¡Feliz día, oh libro!
A ti, que has conquistado innumerables almas.
A ti, que has despertado las más grandes pasiones,
Oh, sí, a ti, que has permitido a muchos recorrer el mundo a través de tus palabras.
Palabras, que entre tus páginas guardas; construyendo las mejores rimas, aliteraciones, símiles... hermosos escritos que a algunos hacen llorar; a otros reír; a muchos enojar...
A ti, oh libro, quiero preguntarte ¿cuántas vidas has salvado? ¿Cuántas ganas de soñar alimentado? ¿Cuánto valor a las almas temerosas has infundido? ¿A cuántos has enseñado? ¿Cuántos te han citado queriendo recordarte siempre? ¿Cuántos han tachado sobre ti una palabra, frase, párrafo con el deseo de no perderle jamás?
Quizás no te sea posible responder estas preguntas, y aunque pudieses, tu misión no es alardear de cuántos hacen o sienten en honor a ti.
Tú sigues anhelante de que el alma humana, llena de ideas por producir,te elija, para que éstas sean plasmadas en ti, ¡oh sagrada tierra de aquellos que deseosos siembran los frutos de su pensamiento cargados de pasión en tus fértiles páginas!
¡Feliz día a ti, inmortal regalo de los humanos!
Comentarios
Publicar un comentario